miércoles, 4 de junio de 2008

¡MINIFALDA CON ESCOTE? ¡OJALA!



Imagínense a los vestidos de la edad media, donde las mujeres se tapaban toda ¡Qué injusticia! para aquellos hombres, felismente se mando al diablo ese prejuicio que los inquisidores impusieron en la sociedad y año a año la ropa se va recortando un poquito por arriba un poquito por abajo (Que siga asi aunque sea solo hasta que me muera) dejando que la imaginación ya no se oriente en qué habrá detrás de la ropa sino en lo que haríamos con ese cuerpo.

El cuerpo de la mujer es para nosotros los hombres como la fruta prohibida lo fue para Adan (el primer hombre de la biblia), como un maná para un perdido en pleno desierto, como una fogata para un esquimal; es una necesidad, es una tentación que nos hace caer en "pecado", que nos hace perder la razón, dónde nuestros instintos toman el control de nuestra mente y nuestras decisiones son las peores (desde el enfoque racional), abandonamos a la familia, quebramos el neogocio, peleamos con la amigos,....y eso, ellas lo saben muy bien.

El tipo que anda con la biblia bajo el brazo, el moralista, el hipócrita, el intelectual, el estudiante, el trabajador, yo, el ignorante, el enfermo, el viejo, el joven, en general, EL HOMBRE AL CRUZARSE CON UNA MUJER; LA LEY NATURAL, LA NORMA es: VOLTEAR.

¿Por qué cuando las vemos, nos llaman enfermos, asquerosos, mañosos; si ellas se visten para eso?

Es que, ¡Quién entiende a las mujeres!

Mujer, los hombres somos así, venimos de fábrica así, está en nuestros genes; aunque después de leer la biblia u oir una misa quisiéramos cambiar nunca lo haríamos, entiéndannos, ¡Tolerancia! "please".

Tu mujer, si no quieres que te vean, no salgas de casa. Si no quieres que te vean, invierna toda tu vida. Si no quieres que te vean, ponte un Hiyab, Burka, Niqab, Shayla, Chaor (traje de una musulmana). Aún así, hagas lo que hagas, siempre te estaremos imaginando... desnuda.

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